martes, 8 de enero de 2008

Reflexiones en espiral sobre la memoria

Buscando otros posts blogueros acerca del Año Nuevo, me encontré con un escrito interesante, que va más allá del lugar común y hace pensar. Y quiero ponerlo aquí a disposición de ustedes, estimados lectores y lectoras, como invitación a la reflexión.

Abriendo su artículo con la imagen de una mujer africana con la huella reciente de un machetazo en su rostro,
Glen Lizardi de Iquique señala en su blog (escondido pero altamente sugerente, demostrando de paso que en la blogósfera "no famosa" se pueden encontrar múltiples espacios tremendamente interesantes pero poco conocidos), lo siguiente:


"Creo que vale la pena preguntarse ¿Hasta que punto es tolerable la violencia? ¿Hasta que punto soy yo capaz de tolerarla? ¿Que hago yo para cambiar esta situacion?"

"Debemos dejar de hablar de lo que pasa en el mundo para comenzar a hablar de lo que pasa en NUESTRO mundo. Todo lo que suceda en esta tierra, nos afecta y conscientes de eso seria inteligente que hicieramos algo... pero, ¿que hacemos?, propongo que partamos por mantener ese mismo espíritu que inundó la noche de navidad y que se replico en la noche de año nuevo; buena actitud, buena disposición, fraternidad con el del lado, solidaridad y todo eso sin violencia."
(AQUÍ el link al artículo completo)

A Glen lo conocí por casualidad hace algo más de un año a través de los blogs, pero, sin saberlo, nuestras historias ya tenían puntos de conexión previos en la historia. Su hermano
Humberto Lizardi fue asesinado el 11 de octubre de 1973 en el Campo de Concentración de Pisagua, a la edad de 26 años. A una corta distancia de él, también con la vista vendada, enfrentando el mismo cobarde pelotón de fusilamiento, compartiendo tan trágico destino, estaba un hermano de mi padre, de 27.

Y bueno, a propósito de esta pregunta tan profunda que nos deja planteada, sobre cómo hacer frente a la violencia -tanto la pasada, que aún nos pesa como fantasma en nuestro Chile Actual, como la de ahora, que cobra la vida de un estudiante mapuche en Vilcún- se me ocurrió invitarlos a ver un ejemplo bello y concreto de este espíritu fraterno, pacífico, solidario, comprometido, a través de
este video, que muestra a los niños de la Orquesta Infantil Juvenil de Padre Hurtado y el Coro de Niños del Colegio Latino Cordillera (donde participa mi hija), interpretando juntos un tema sobre América Latina el pasado sábado 29 de diciembre, en el marco de las actividades culturales de fin de año del Teatro por la Vida del Parque por la Paz Villa Grimaldi.

Entré al recinto por primera vez, conmovido, emocionado, impresionado, y salí con la satisfacción de haber cerrado el 2007 con un aporte a la memoria, homenajeando el futuro truncado que pasó por las vidas de los compatriotas que allí sufrieron, y celebrando el futuro por vivir en paz, de nuestros pequeños hijos e hijas.

Dejar atrás el pasado, porque ya pasó, pero nunca olvidarlo, nunca callarlo, siempre tenerlo presente para no repetir los horrores. Dejar adelante el futuro, porque es lo que viene, pero nunca apurarlo, siempre extraer lecciones del futuro que ya pasó.

Me permito invitarlos e invitarlas a este ejercicio necesario.

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Imagen tomada prestada desde
http://www.spacetelescope.org/images