viernes, 11 de abril de 2014

Silvio Rodríguez - Hallazgo de las piedras

El mundo entra por la puerta
con mil sabores que no puedo recordar.
Cómo ha crecido lo que miro:
los viejos ruidos ya no sirven para hablar.

Ya descubrí los ascensores,
los cines y las construcciones,
la fosforera y el avión.
Y otras cosas que conozco bien,
que cuando niño no sabía observar
(entonces no necesitaba:
con los juegos siempre basta para comprender).

Crecí parejo como un cielo
lleno de objetos que brillaban con el sol,
como vivir frente a un espejo
y no saberlo hasta tocarme y verme yo.

Y todo crece en cada libro,
en cada cinta, en cada cuento,
en cada vista alrededor.
Y es doloroso aprender a vivir:
todo profana la atención vital.
Hay tantas luces en la sala,
tanta gente que nos llama, que no se oye nada.

Este pedazo de la Historia
es aguerrido para ver y reposar.
Parece que es definitivo:
se rompe todo y todo vuelve a comenzar.

(1968)